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viernes, 23 de abril de 2021

Recomendaciones: Judas y el mesías negro

 (La siguiente entrada NO tiene como objetivo motivarte a ver esta película)

Este año la carrera por los Oscar tiene una gran cantidad de películas interesantes como nos tiene acostumbrados todos los años. En esta oportunidad nos cruzamos de forma inesperada con una de las mas grandes de este año. En HdA, la consideramos una película de vital importancia para comprender como se desarrolla un movimiento político de inclinación socialista en nuestros tiempos, las características del populismo con una dosis bien explicita de su lado positivo y su lado negativo. Una interpretación muy cruenta de  Lakeith Stanfield y una muy brillante de Daniel Kaluuya que debe, por respeto, quedarse con el galardón este año después de buscar apartado de la categoría de mejor actor. Entremos de lleno en este conflicto.


La trama cuenta una historia biográfica del período en que Fred Hampton, presidente del movimiento BPP (Black Phanter Party) de Chicago consigue unificar a las pandillas de la ciudad ya otros reprimidos como los Puertorriqueños, para enfrentarse a los intentos de la policía por reprimirlos. Simultáneamente, Bill O´Neal actúa como un doble agente y pasa información a un policía federal sobre Hampton y el partido, lo cual, terminaría desembocando en la muerte del revolucionario.

Las críticas al sistema político Capitalista son muchísimas, pero lo que mas llama la atención son las críticas que hay al movimiento socialista radical que se estaba formando en las calles de Chicago. Esta película, al igual que El Juicio de los siete de Chicago , cuenta los sucesos ocurridos en la misma época en la misma ciudad, por lo tanto, ha de ser interesante mirar los relatos, la veracidad y ficción que puede haber entre ellos.

El sentimiento de pertenecía que hay entre la gente de color en Judas y el mesías negro es impresionante y como espectador te lleva a ser parte del movimiento sin tener que mover un músculo, por ese lado, ya la película es muy interesante. Cuando vamos viendo la transición hacia las partes más cruentas de la película como los asesinatos ya estamos completamente sumergidos en la lucha y parcializados, según lo que nos explica el guion, podemos ver quienes son los buenos y quienes son los malos. Pero resulta que esto se reduce a dos ejes centrales que mueven la acción y sin ninguna duda son el mayor atractivo del filme. Judas y el mesias negro precisamente.

Lakeith Stanfield es nuestro judas. Si la película lleva una hora y no lo detestas por completo quiere decir que no estuviste viendo todo lo que hace este personaje. No necesariamente por lo que hace, sino la actitud con la cual dirige sus acciones. El egoísmo lo separa por completo de los demás personajes de la historia y se convierte en protagonista de una soledad muy lamentable. Es fácil conectar con el rechazo que genera el personaje porque el actor se encarga de hacer ese trabajo magníficamente. Durante la escena del interrogatorio en el auto o el tiroteo frente al cuartel solo podemos sorprendernos de su audacia. Completamente merecida la nominación de este actor a mejor actor de reparto. Estatuilla que podría conseguir con más posibilidades si no tuviese de competencia a su propio compañero.

Daniel Kaluuya es la máxima estrella de esta película. Poco que decir salvo que maravillas de su interpretación tan fiel. Una fidelidad no necesariamente ligada a Fred Hampton como ser humano que vivió. Fidelidad a un arte como la interpretación para lograr un resultado tan complejo y sofisticado. Este intérprete al igual que Leslie Odom Jr. de One Night in Miami, tiene unas escenas escenas para lucir por completo sus habilidades. En este caso, cada discurso de Fred Hampton vale la pena repetirlo para apreciar su hábil provecho de los silencios y su foco tremendamente orientado para dirigirse al público como un orador de primer nivel. Cualquier venezolano que tenga memoria puede ver reflejado a cierto personaje de nuestra historia reciente. Pero el hecho a fin de cuentas es que si Daniel Kaluuya no participa en la categoría de mejor actor es porque Chadwick Boseman está en esa categoría y no hay forma de vencerle, no por ser mejor, pero sí por un tema de marketing. Ahora, en la categoría de mejor actor de reparto es definitivamente el favorito a ganar con letras mayúsculas. Un talento joven imprescindible para el arte este caballero.


En líneas generales la película tiene bonitos detalles estéticos como el beso sombrío entre la pareja protagonista o la muerte griega de nuestro héroe. También tiene una banda sonora que se adecúa con inteligencia, no solo por parte de la edición, también por el director, ¿O es que "la pista del pueblo" durante el discurso de Hampton tras su salida de prisión no es un dopping artístico para potenciar ese maravilloso momento, dentro y fuera de la película? Todo muy teatralmente. En esa misma escena tenemos todo el conflicto interior de Deborah, interpretado por Dominique Fishback, que escucha al padre de su hijo decidir frente al pueblo la forma en la que va a morir, haciéndole caer en cuenta que el niño que está por traer al mundo no tendrá figura paterna que le inspire. Y al mismo tiempo, el juego de miradas entre O´Neal y el agente Mitchell infiltrado entre la muchedumbre. Una escena realmente maravillosa.

Judas y el mesías negro es una gran película que tiene mucho peso cultural sobre sus hombros y un mensaje multinacional que calza perfecto con los movimientos políticos en los que se ha desarrollado Latinoamérica los últimos cincuenta años. Y no solo en Latinoamérica, desde la revolución francesa nos hemos encontrado con estos líderes históricos que han hecho avanzar un pensamiento político hacia una resolución que podemos percibir si salimos a la calle. Por la Cantidad de temas y conflictos sociales que presenta este trabajo en HdA opinamos que esta, al igual que Minari , es una obra mas global y adecuada para llevarse una estatuilla como la de mejor película. Veamos si también sucumbe ante el fenómeno de Nomadland. Daniel Kaluuya nos deslumbra y esta película es una de esas que vale la pena mirar varias veces, para aprender varias veces. Eso siempre y cuando estés dispuesto a vivir y morir por el pueblo. "Morimos por el pueblo porque vivimos por el pueblo, vivimos por el pueblo porque amamos al pueblo. Puedes matar a un revolucionario pero no mataras la revolución. Puedes matar a un libertador pero no mataras la libertad."

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