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Recomendaciones: "10 minutos" Ganadora del premio Apacuana

  (La siguiente entrada NO tiene como intención motivarte a ir al teatro) La obra ganadora del Premio Apacuana de Dramaturgia 2019, presen...

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martes, 27 de julio de 2021

Recomendaciones: La ignorada presencia femenina en los inicios del teatro venezolano

 (La siguiente entrada NO tiene como objetivo motivarte a leer)

 Bien sabemos que mundialmente, a través de los siglos, la figura femenina ha sido subestimada y desvalorizada por el machismo que impera en la cultura del hombre. No solo en las áreas profesionales sino también en el rol doméstico e incluso en los derechos humanos. Esta información no es tan novedosa ya que, afortunadamente, cada día somos mas conscientes de las injusticias que han sido cometidas en todas las épocas y períodos.

 Específicamente en Venezuela hay en estos momentos una ola de productividad femenina que destaca un compromiso y una calidad equivalente a la de cualquier ser humano lleno de talento independientemente de su genero sexual. 

Hace poco resaltábamos las buenas cualidades de "Destino Libertad", de la compañía nacional de teatro, y era precisamente el enfoque femenino y el despliegue de habilidades que muestran las artistas, a pesar de sus limitadas posibilidades en el montaje, lo que destaca con claridad en el resultado final de la pieza. 

Por otra parte, tenemos mucho talento femenino liderando las filas teatrales en estos últimos tiempos, como lo son: La directora y actriz Jennifer Morales, que posee un estilo y una estética de montaje bien atractivo y singular; la directora Marisol Martínez que demuestra unas cualidades magníficas para la puesta en escena y una innovadora visión de la representación de textos dramáticos; la productora, directora, actriz y escritora Maigualida Gamero que en este momento se encuentra a la cabeza del decimo octavo festival teatral de autor y se muestra como una de las mayores inversoras en la cultura venezolana en la actualidad; la reconocida productora de cine venezolano Carmen Rivas; la docente, escritora, actriz e investigadora teatral Ligia Álvarez; la cineasta Anabel Rodríguez Ríos que hace poco nos regaló uno de los documentales mas valiosos en los últimos años para Venezuela, "Érase una vez en Venezuela, Congo Mirador";  la investigadora teatral Penélope Hernández, la fundadora de los pequeños artistas Muriel Tremont, y muchas artistas novel como la productora y actriz Daniella Morales, la directora y actriz Patricia Castillo, o la directora y actriz Eliné Figueroa. 

Entre todas estas magnificas mujeres figura también Jericó Montilla recientemente nominada a mejor actriz en el festival de cine de Moscú, directora, productora y actriz de teatro. Justamente bajo su comando se organiza una vez al año el "Encuentro de mujeres creadoras". Este año durante el transcurso del mes de marzo, se realizó el cuarto festival y entre sus novedades estuvo la publicación del libro titulado "La ignorada presencia femenina en los inicios del teatro venezolano".


Mas allá de ser un libro común, esta es una valiosa recopilación de datos realizada por el investigador teatral Oscar Acosta, quien nos explica breve y concisamente, con ejemplos puntuales, como ha sido desvalorizada la figura de la mujer en el teatro venezolano y como, a lo largo de nuestra historia, las mujeres que han sido rescatadas del olvido tuvieron la fortuna, en notable medida, por estar ligadas directamente con alguno de los próceres venezolanos, disminuyendo así la importancia del aporte femenino en los pasajes históricos de Venezuela. 

Específicamente se centra en: 

La mujer dramaturga, donde nos habla sobre la autora española María Rosa Gálvez, escenificada en Caracas en 1823; la mujer actriz, donde toma como ejemplo la vida y trayectoria de Cecilia Baranis, notable intérprete y promotora de las artes escénicas en Venezuela y el Caribe; la mujer personaje, con base en el drama "Policarpa Salvarrieta" del venezolano Heraclio Martín La Guardia. 

Con estos tres casos puntuales, anteriormente poco mencionados, podemos vislumbrar una importante crisis cultural que desplaza el rol de la mujer, en este caso la mujer venezolana, cuando desde siempre se ha mantenido en la vanguardia de la creación artística de nuestro país. Como claro ejemplo de este hecho, tenemos a las mujeres venezolanas, anteriormente mencionadas en el inicio de esta entrada, que nos muestran una perspectiva muy valiosa del arte venezolano y no por ser mujeres precisamente, lo hacen por ser humanas profundamente sensibles y atentas a las necesidades culturales de nuestro país y la disposición por levantarlo con sus propias manos cual madre soltera que levanta a sus hijos.

Pulsando la imagen o el subtítulo de la misma, pueden acceder al escrito y descargarlo para lectura libre en PDF.

lunes, 26 de julio de 2021

Recomendaciones: "Destino Libertad"

 (La siguiente entrada NO tiene como objetivo motivarte a ir al teatro)

Regresamos al teatro con una obra que de alguna forma representa una señal del estado en el que se encuentra el teatro en Caracas o al menos en la compañía nacional. Si esto no es lo que refleja este montaje, entonces se refiere a un agravio al estatus y el prestigio de esta agrupación, un ejemplo de como deben o no hacerse las cosas, o tan solo, un tigre que perjudica a todos los involucrados de una forma u otra. Esperamos que sea un resultado pasajero. Finalmente, "Destino Libertad".

Destino Libertad

La mas reciente representación de la compañía nacional de teatro llega a su fin (por los momentos) y los resultados son muy subjetivos. En este caso, en HdA seremos lo más objetivos posible teniendo como principal instrumento de medición los trabajos anteriores de la misma compañía nacional como lo son "10 minutos", "Popol Vuh" u "Oscuro de Noche".

Comenzando por lo positivo tenemos una propuesta en el texto maravillosa. Los versos de Federico García Lorca, Andrés Lizárraga y César Rengifo, están unidos en uno solo. Están Francis Rueda de Pinto como Mariana Pineda, Livia Méndez como Juana Azurduy y Aura Rivas como la Brusca respectivamente en el escenario. Como foco principal la libertad. Tres maravillosas actrices, música en vivo, Gerónimo Reyes en la iluminación y el emblemático Alberto de Paz y Mateos para la representación. Todo está servido en bandeja de plata y por alguna misteriosa razón se quedó servido sin que nadie se lo comiera.

Todo el montaje va de tres sillas, tres luces y hablar. Esto, para empezar y para terminar es increíble. Teniendo un mundo de posibilidades por hacer, las actrices duran toda la obra en el mismo lugar, únicamente diciendo el texto que para los mas conocedores habrán leído y escuchado muchas veces. Y es que no tiene nada de malo que sepamos de que va lo que dicen, pero, ¿solo fuimos al teatro a escuchar a tres mujeres hablar? En HdA realizamos un debate y no concebimos que esto sea un error o una equivocación. Lo único que nos queda por pensar es que al principio la obra era de una forma y finalmente se redujo a esto. (Nosotros presenciamos una de las últimas). Sea como sea, resulta ser una falta de consideración mayúscula con el espectador, porque impulsan al público a hacer una inversión en la que no ve los frutos por los que está pagando, lo cuál, consecuentemente lleva a una decepción que le hace pensar dos veces si hacer una siguiente inversión. Esto, en la circunstancia actual, es un gran egreso para nuestra empresa teatral venezolana que se ve afectada por trabajos como este, que se encuentran por doquier en las salas de nuestra ciudad pero que nunca esperaríamos ver en la compañía nacional de teatro. 

Es una decepción por todas partes porque tenemos a la maestra Aura Rivas que no decae ni un segundo en su energía y expresa con fuerza y teatralidad a pesar de estar toda la pieza sentada. Tenemos a Livia Méndez que endulza y engatusa al público con una gran interpretación en todos los sentidos, pronuncia y vive cada palabra y cada canción. Tenemos a Francis Rueda con una técnica impecable, siempre vislumbrando perfección en el escenario. Y, a pesar de tener estos maravillosos recursos, no logramos sostener el interés en la representación. Resulta un esfuerzo muy grande mantener la atención en un discurso con el que en primera instancia nos encontramos lejanos y además, no existe ninguna propuesta que plantee un intento por atrapar al espectador. Es acaso alguna especie de símbolo o mensaje mantener a estas tres maravillosas actrices sentadas contándonos tres historias; que por alguna razón, también pierden la oportunidad de encontrarse cara a cara, de cruzarse en algún mundo paralelo o después de la muerte. Nada, solo tenemos, tres sillas, tres luces y el texto que ya conocemos.

Esta es sin dudas una decepción que esperamos que sea pasajera. En HdA no podemos hacer la vista gorda de una representación de esta clase, teniendo en cuenta que hay otros montajes de altísimo nivel con menos público asistiendo a sus salas, menos propaganda en las redes sociales y menos remuneración para el esfuerzo de los artistas, pero, trabajos artísticos de calidad. 

Aplausos de pie para estas maravillosas mujeres que hacen un grandísimo esfuerzo por apegarse a una propuesta que no propone y por ser profesionales hasta el punto de sacar oro de una mina de carbón. ¿Esta es la libertad que buscamos? Vayamos al teatro a encontrarla.