En la siguiente entrada no se habla sobre temas religiosos ni políticos.
Me topé no tan casualmente con uno de los nombrados éxitos que tuvo Netflix el año pasado. Me refiero a la película dirigida por Fernando Meireles llamada "Los dos papas". Estoy maravillado, pero no permitiré que esto nuble mi juicio.
Los dos papas es una película biográfica sobre el papa Benedicto XVI y el actual papa Francisco. Básicamente inicia con la muerte del papa anterior que será sustituido. De inmediato el lenguaje que transmite el filme nos transmite la sensación de que la institución que maneja toda la ceremonia de elecciones papales es una de las principales organizaciones que controlan las masas en la actualidad. Es visible en la película, por supuesto, es una cuestión de percepción individual, pero yo leo que este director nos muestra como la gente se congrega alrededor del mundo solo para la elección de un nuevo ser humano para un cargo político. Allí veo una de las grandes bellezas de esta creación artística.
Una vez escuché a una persona decir que nadie se imagina al papa en el baño, eso no es lo que veremos acá, pero si nos damos cuenta de lo humanos que son estos caballeros y de la gran responsabilidad social que es depositada en sus hombros por parte de la institución. Mucho de esto es mérito de las interpretaciones y el guion, si es que no esta todo acá.
El caballero de la orden de la reina Sir. Anthony Hopkins es bien conocido por el público del cine por muchas grandes interpretaciones como Titus Andrónicus de William Shakespear o el asesino serial Hannibal Lecter, pero acá es otra cosa totalmente distinta. Cuanta soltura para la calma, la inmovilidad y la escucha activa; no dejaba de sorprenderme la capacidad de este maestro de la actuación para sentirse tan cómodo y espontáneo en la tranquilidad. Igualmente la forma en la que está grabada la película, que rebosa de primeros planos, le sirve en bandeja de plata unos momentos sumamente exquisitos, sin restar méritos para el señor en lo absoluto.
Jonathan Pryce por otro lado, me ha mostrado una nueva faceta de lo que es capaz de hacer. Por supuesto lo recuerdo como un religioso en Game of Thrones con el Gorrión Supremo, pero hay una trascendencia actoral no solo de ejecución sino de entendimiento por parte del veterano actor, puesto que no es ni de cerca un tipo religioso o un estereotipo de estos, mejor dicho es un humano muy dedicado a la humanidad, es allí donde está la belleza de este personaje. No hablo de una humildad superflua o relacionado con temas económicos, sino de una de las grandes lecciones para nosotros los seres humanos, que optamos a ella de forma constante a través de nuestra vida siempre que nos demos la oportunidad, el cambio. Esto es una personificación muy pura de lo que significa cambiar.
Las escenas entre los dos intérpretes son las que más he disfrutado porque son una maravilla de diálogos bien digeridos y disfrutados por los señores, mientras la parte del flashback en Argentina me ha dado muchísimos datos históricos interesantes y ha expandido mi percepción de toda esta película de una forma muy productiva, pues la he visto e inmediatamente me ha quedado mucha tarea por hacer. Mas que nada, esta me parece una película histórica, no solo por la trama basada en hechos reales, también para la sociedad en general.
REVELACIÓN
Hubo dos escenas esenciales para mí durante la película, es una cuestión personal, claro esta, pero ¿Para esto estamos no?
Primero, el inicio de la película me ha parecido de lo mejor de la cinta en general, no podía evitar sentirme identificado con la visión que el director sobre el suceso de las elecciones, también me sentí muy conectado con las múltiples referencias al fútbol que están por todos lados, pero es acá donde me han puesto los pies en la tierra con el tema que se está tratando en toda la trama.
El futuro papa Benedicto tiene intenciones claras de convertirse en patriarca y el futuro papa Francisco no lo desea. Me sentí como en un tribunal supremo de justicia con la presión y la tensión que implica entregarle una persona un puesto político de poder. Esa sensación me ha encantado, porque nos brinda el contraste de la gente afuera que tiene una fiesta por la nueva elección, derraman lágrimas y demás, mientras que los cardenales están en silencio y susurrándose entre ellos que decisión les conviene para el futuro de la institución . Muy interesante el punto de vista del director y por supuesto del guionista, que han hecho de esto una película muy cultural. Yo, como docente en formación, la utilizaría para impartir clases de sociología o de historia, porque el contenido que se maneja en estos diálogos es de alto nivel cultural para nuestro sistema occidental.
Por otro lado está el momento de la confesión. Tenemos claro que probablemente sea el momento mas polémico de la película, sin embargo, yo siento que han tenido mucho cuidado con esto por la forma en como lo han mostrado y siempre manteniendo primer protagonista a la humanidad de los hombres en lugar de la controversia que pueda causar lo que dicen . Acá es donde vemos el momento más profundo de vida que nos muestra el filme. Son personas igual que nosotros. Hace poco veía una cinta que les recomiendo mucho también, llamada "Roman J. Israel, Esq." protagonizada por Denzel Washington, y acá quiero citar al abogado que decía: "Todos estamos hechos de fragilidad y error. Perdonémos nuestras locuras de forma recíproca. Esa es la primera ley de la naturaleza." Cuando vean la película o si ya la vieron, entenderán a lo que me refiero.
Yo he quedado encantado. Es una de esas películas que estoy seguro volveré a ver, como todo lo que me gusta.
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